




Los hombres de Diego Maradona pidieron cita en este estadio que acogerá la final del Mundial y lo hicieron a lo grande, con un partido pleno de dominio y de eficacia goleadora.

"La Celeste" salvó un parcial de historia. Esa, si acaso, puede ser la interpretación justa, medida, sobria, del triunfo obtenido ayer frente a Sudáfrica.

La diferencia fue tan reñida, que los líderes de la Asamblea debieron primero repetir un par de veces la votación, pero como era imposible definir que sector tenía mayoría, debieron pedir a los partidarios de cada posición que se ubicaran a ambos lados del colmado salón del Club Frigorífico.

Además de los cambios de nombres también habrá un cambio posicional de varios jugadores.

La región ha cosechado tres empates y la victoria 1-0 de Argentina sobre Nigeria.
Paraguay le arrancó el lunes un empate 1-1 al último campeón, Italia, mientras que el viernes Uruguay había igualado 0-0 con Francia, que jugó la final de hace cuatro años ante los italianos.

"Me gusta comentar con mis amigos, gente conocida y con todo el que le pueda interesar como se vive el Mundial. En realidad lo hago como si fuera un aficionado más y no desde mi actividad de futbolista", señaló el goleador del Atlético de Madrid.

En el encuentro que cerraba el Grupo A, charrúas y galos dispusieron de oportunidades suficientes para deshacer la igualada inicial, pero ninguno de los dos conjuntos acertó a empujar la bola más allá de la línea de meta, y emularon a Sudáfrica y México, que habían firmado tablas unas horas antes, aunque con un gol por equipo.