Los hombres de Diego Maradona pidieron cita en este estadio que acogerá la final del Mundial y lo hicieron a lo grande, con un partido pleno de dominio y de eficacia goleadora.
"La Celeste" salvó un parcial de historia. Esa, si acaso, puede ser la interpretación justa, medida, sobria, del triunfo obtenido ayer frente a Sudáfrica.
Además de los cambios de nombres también habrá un cambio posicional de varios jugadores.
La región ha cosechado tres empates y la victoria 1-0 de Argentina sobre Nigeria.
Paraguay le arrancó el lunes un empate 1-1 al último campeón, Italia, mientras que el viernes Uruguay había igualado 0-0 con Francia, que jugó la final de hace cuatro años ante los italianos.
"Me gusta comentar con mis amigos, gente conocida y con todo el que le pueda interesar como se vive el Mundial. En realidad lo hago como si fuera un aficionado más y no desde mi actividad de futbolista", señaló el goleador del Atlético de Madrid.
En el encuentro que cerraba el Grupo A, charrúas y galos dispusieron de oportunidades suficientes para deshacer la igualada inicial, pero ninguno de los dos conjuntos acertó a empujar la bola más allá de la línea de meta, y emularon a Sudáfrica y México, que habían firmado tablas unas horas antes, aunque con un gol por equipo.
La inversión de la FIFA en premio será menos de la mitad de lo que facturó en el balance 2009, en el que tuvo ingresos por más de mil millones de dólares, poco menos de la mitad de lo que invirtió Sudáfrica para organizar el mundial, levantar estadios y autopistas y reforzar la seguridad.
Según informó Fox Sport, una persona murió a causa de una estampida.
Sin embargo, ni la FIFA ni los medios locales confirmaron esta versión.
El astro uruguayo Diego Forlán dijo este domingo en conferencia de prensa que el golpe que recibió en el primer entrenamiento matutino "no fue nada" y expresó su deseo de que Uruguay pueda hacer su juego en el debut ante Francia y el resto del Mundial-2010.
"Fue un choque, no fue nada, en el momento dolió", afirmó el delantero del Atlético de Madrid en rueda de prensa conjunta con el mediocampista Walter Gargano, con quien chocó en el primer movimiento del seleccionado en su base de Kimberley, 460 kilómetros al suroeste de Johannesburgo.