
Bueno le comunicó a algunos dirigentes aurinegros que podría surgir una posibilidad de ir a la Universidad de Chile, equipo que busca sustituto para el uruguayo Juan Manuel Olivera, vendido al fútbol de Arabia Saudita. Y, a su vez, hubo dirigentes que le informaron a él que Peñarol pretende 300.000 dólares para dejarlo libre, debido a que tiene contrato con la institución hasta fin de año.
Lo cierto es que el jugador se mantiene entrenando con el plantel y entusiasmó, a fuerza de goles, a más de un dirigente aurinegro. Es más, todo indica que la situación de Bueno volverá a ponerse sobre la mesa en la próxima reunión del Consejo Directivo, que será la última antes de empezar el campeonato. Ya hubo dirigentes que asumieron haber votado por "cuestiones políticas" por la negativa a la continuidad de Bueno en el plantel en la primera instancia. Por lo tanto, se considera que la votación podría cambiar si la moción se vuelve a poner a consideración.
El contrato de Bueno es por 20.127 pesos mensuales, una cifra irrisoria teniendo en cuenta la trayectoria del jugador. Para quedarse, pretende modificar las condiciones y en tal sentido, el vicepresidente aurinegro, Edgar Welker, afirmó que el delantero tiene una pretensión "imposible de considerar en este medio". Se habló públicamente de unos 30.000 dólares mensuales, aunque, según allegados al jugador, se mal interpretó una frase de Bueno que, en tono de broma y en medio de una charla informal, le habría dicho a un dirigente "con 30.000 por mes me arreglás".