“La Loca Vieja”. La verdá que no puedo entenderlo… Yo no puedo creer que haya gente que no le guste la estufa a leña mi Vieja, qué quiere que le diga!. Pa mi es una bendición, no que no!
Es cierto que a veces me agarro las tales calenturas, valga el juego de palabras, porque obvio es que lo principal de una estufa a leña ¿que es? Calentarse el cuerpo clavau que sí, pero el tema es que mi calentura va más por enojos propios conmigo mismo y con la estufa en cuestión.
Es que, pa prenderla debo decirle que se me complica un poco, antes era imposible, ahora la tengo un poco más junada, pero ¿antes? Pfff. Lo que más me sacaba de las casillas era ver al “Tito” tirar, literal, tirar los palos pa dentro de la cosa, unos papeles, le arrimaba un fosforito y mágicamente la “Loca Vieja” quedaba cantando como si nada, ardiendo, a toda jeta.
Mire que aprendí todos los piques, pero ni así, que le pongo un “trasfoguero”, que le arrimo unas piñas, que la puteo un poco, que se me apaga y me re caliento y me caigo y no me levanto con la estufa podrida esta! Un día me puse a prenderla, taba sólo, era otra más chica, le encajé todos los piques, palo grande, papel, grasa, aceite quemado, querosén, nafta, piñas; me pasé como media hora despellejando palitos, sacándole la corteza formando hebras de 20cm pa que oficien de ramitas finas por decirlo de alguna manera; previamente me fui hasta el cementerio en donde abundan los pinos pa buscar la popular novia del muñeco de madera más famoso de la historia, pa buscar a la “Pinocha” que arde y arde! Sia mala Pinocha eh! Si se ponen de muchos “arrumacos” con el muñeco Pinocho, se ponen “on fire”, literal! Llora Gepetto! Ta, me traje una bolsa de tal cuestión del parque de los quietos, no me gusta mucho ir pa ahí, ya que como que no es un lugar como pa ir de paseo ¿no? La invité a la Gorda pa que me acompañara en tal aventura, pero convengamos que salir a pasear a un Cementerio yyy… como que no.
Lo más pintoresco y divertido que tiene son las inscripciones en las lápidas, los nombres y las dedicatorias en las mismas ¿no verdá? Leyendas del tipo: “aquí yace mi mujer, fría como siempre”; o “les dije que estaba enfermo” o sino “aquí yace Juan García, que con un fósforo un día, fue a ver si gas había… y había”. Son verdaderas sí, al igual que los nombres, deje… los nombres son un caso, hay de todo tipo, como por ejemplo: “Email Suárez” o sino “James Bond Cero Cero Siete Pérez”. De lo más gracioso, pero ta, únicamente eso… y la pinocha. Llegué pa las casas y le encajé todo eso a la estufa, papel de diario viejo, combustibles varios, piñas pinochas y todo lo parecido y le arrimé el “chesquero”… la explosión me tiró 2 metros pa atrás, me quemó parte de la manga y me chamuscó los dedos, más el culazo que me dio.
Se prendió fuego todo lo antes mencionado dentro de la estufa en sí, cuando abrí los ojos, taban los palitos prendidos, el trasfoguero también, me abalancé sobre ellos pa seguir poniendo papel y soplar soplar y soplarrr!!! Casi me da una hiperoxia de tanto soplido, se me terminó el papel, la Fanapel me clausuró la cuenta; el fuego en los palitos comenzó a extinguirse y el enorme tronco que oficia de soporte se apagó por completo. Me quedé por unos minutos ahí, arrodillado frente a la estufa, con gesto adusto, manos negras por el carbón, la cara tiznada, ya con frío viendo cómo salía de los palitos apenas un humito mustio.
Miro alrededor, sin papel ni pinocha ni combustible ni ramitas ni nada de nada! Por unos segundos prendí tremenda fogata!! Pero fue por eso… por unos segundos, nada más! Levantose mi cuerpo, enceguecido por una ira descomunal, insultando a los cuatro vientos propiné una patada al leño cuasi quemado, lo cual lo único que logré fue un traumatismo en el dedo gordo del pié, más hipertensión y asfixia por respirar el humo que había en el ambiente.
Terminé con la estufa a gas, a 1 “hornalla”, porque si prendía las 3, perdía gas por otro lado y entre eso y el humo, intoxicación en fija. Cada tanto miraba de reojo a la “de a leña”, ahí, oscura, negra, con 2 palos chamuscados. Estoy casi seguro que la vi sonreír socarronamente a la muy maldita. Después de todo entiendo a esa gente que no le gusta la estufa a leña, es una calentura de todos colores tratar de prenderla y un gasto al pedo! Pero que linda que es no? Usté que tiene Doña? Aire condicionado, y sí. Pa cheta, cheta misma Doña Eutanasia eh!! Vaya, que se me ta enfriando, póngalo a no más de 22° sino le gasta mucho, yo voy a buscar un par de atados, tengo una estrategia ideal pa hacer fuego en la “Loca vieja”… ¿cuál? Simple, le pido a la Gorda que la prenda, listo!