
Acá toy, como la canción e León Gieco “Carito”, la parte que dice: “sentado solo en un banco en la ciudad…”.
Solamente yo también me vengo a las 8 de la matina a conversar con la Vecina, más con estos fresquetes que se tan viniendo. Es que a uno como que le cuesta entrar en caja con el tema de los cambios de temperatura ¿no? Con los cambios de estaciones, por ejemplo. Uno se levanta, mira pa afuera y ve que hay solcito, ¿qué es lo primero que piensa? Qué lindo que ta pa secar ropa! Sí, eso es lo primero, pero lo segundo es: “ahh, ay solcito, me voy al laburo de camisita remangada”!!.
Minga vas a salir con camisita, apenas los pezones se endurecen y los bellos de los brazos se erizan, porque no tengo otros pelos que se me ericen, me doy vuelta rápidamente pa las casas a enfundarme en camperitas, bufandas y gorras varias! Gorras varias si, porque me pongo una boina arriba y debajo una gorra de natación, pa preservar mi cabeza cual águila… calva. Otoño es lo que tiene, engañador si los hay; porque te promete un día soleado, de calor, propicio pa hacer playa, pero salís y se te arruga hasta el… talón, del frío que hace; porque uno ve las hojillas en el piso, producto del lento “streap tease” de los árboles en ésta época, las hojas caducas en el suelo invitan a observarlas y jugar con ellas, pero apenas uno se arrima, el Otoño sotreta hace el viento soplar y todo el marrón del piso va a parar a mi cara y me cacho en dié!! Me quedo masticando las hojitas y sus tallos se me meten entre las muelas, por ende desde que arranca la época otoñal, llevo en mi bolsillo hilo dental.
Tal estación jura y perjura, te lo muestra y te lo dice, con voz alta y potente, que esa tarde es propicia para llevar a la gurisada al parque; pasto, tierra, árboles, arena y cuando llegamos, luego de acomodar todos los petates como para pasar una tarde gloriosa, el maldito y mentiroso Otoño, en tan solo media hora, nubla el cielo y larga un chaparrón digno de Noé, como para que la tierra se transforme en lodo, los árboles sacudan su melena mojada, y la arena quede empastada… más los gurises llenitos de barro hasta la nuca, con plastones de los mismos entre las prendas interiores; el mate lavado de tanta lluvia y el “vigilante” largo y azucarado flotando en la cañadita que se forma entre el cordón y la calle… y allá se fue!.
El Otoño promete y no cumple, ¿a qué le suena parecido Doña Eutanasia? Y esa sensación de falsas promesas se incrementa cada 4 años, ¿por qué será?. Dentro del gremio de estaciones, el Otoño es el político!! Es que le digo una cosa mi Vieja, ando con ganas de clausurar mis redes sociales, apagar mi celular y prenderlo en Abril del año que viene y poner Netflix nomás. Fua, me tienen “patilludo” con las propagandas y la politiquería barata.
En la columna pasada le hablé de la locura que presenta el gurí nuevo extranjero éste Sartori, que si sigue ofreciendo laburo no lo va a votar ni la mujer, la cual ya anda preguntando precios de garrafas… no, no, no es que tenga frío, es que apenas llegó se hizo hincha del Manya y ya le avisaron que si quiere ir al Campeón del Siglo, pa estrenarlo, tiene que llevar su propia garrafa, no tiene “coronita” por ser esposa de candidato.
Uno los ve en las noticias, en los reclames, en medio de las películas, porque si hay algo que los caracteriza es la pluralidad de lugares en donde ponen propaganda, o sea, en todos lados. Uno los ve y los escucha y no sale de su asombro. ¿Nadie se dio cuenta de todos los votos que pueden ganar si uno de ellos propone despedir a Bonomi y a Astori? No interesa quién queda en lugar de ellos, cualquiera, en principio, va a ser mejor que estos dos! Mientras que Talvi sigue jugando a ser político, planeando colgarse de la ceja de Julio María; Martínez sigue buscando precio de foniatras baratas para poder sacarse la Z de Zuperman de su vocabulario, además te escupe cuando habla. Cosse cose mientras Tabaré nos borda y Lacalle Pou se babea en silencio, saboreando la idea de que puedan legalizar la “blanca”.
Del resto ni hablo porque tan todos fríos como Invierno, pero éstos gurises, estos que pelean un lugar primero en Junio pa llegar a Octubre y subir en Marzo, éstos… éstos, prometen y no cumplen, normal, estamos acostumbrados, como el maldito Otoño!! Doña, trajo camperita? Mire que después refresca eh!!
Salú!
