
"Los Primeros Cuarenta”
Doña Eutanasia Calamidá, ¿cómo dice que la baila? ¿Todos fuertes? ¿Qué me cuenta? Es que sí, semana sin dudas que fuera de lo normal pa mí. ¿Quién dice que 40 pirulos no son nada? Son sí y muchos! Torrentadas, litros y litros de agua han pasado por éste puentecito, pero el mismo sigue en pié, cual “Puente sobre el río Kwai”.
Sin dudas que son los primeros cuarenta Vecina, aunque al ritmo que voy y viendo mi estado atlético, creo que van a ser los primeros y los últimos también. Pa mi que no llego a los 50, y si llego voy a parecer de 90 maso. Igual uno mira pa atrás… y se da cuenta que todo el sobrepeso se me fue pa la cola, cual araña tapera mi vieja.
Ta, pero mira pa atrás en el tiempo y hace una mínima evaluación de éstos 40. Hace un repasa memoria, momentos, lugares, anécdotas. Justo en el día de ayer se me cruzó la idea de armarme una honda; no Eutanasia, no voy a armarme una moto con partes robadas, por más que las consiga baratas con los ñerys de acá al lado, no es legal, no ta bien. Armarme una “onda” Vecina, pa tirar piedras, con una horqueta fuerte, unas gomas que hagan las veces de elásticos y un pedacito de cuero, con un par de agujeritos.
La idea primaria de la onda sería pa cuando lo gatos podridos éstos que tengo se me suban a la mesada, bajarlos de un piedrazo; pero obvio después me acordé de mi infancia, del genocidio de pájaros en el patio de mi casa. Hoy en día, si se llegan a enterar todas las agrupaciones u ong´s a favor de los derechos de los animales, me ejecutan!! Cada vez que voy a sufrir al fútbol de los Jueves con gorditos como uno, me acuerdo de mis épocas de juventú, que corría por la punta, con una velocidad envidiable, los 90 minutos, con la melena al viento.
Otro estado físico sin dudas, otra cantidad de pelo también sin dudas; hoy juego un fobal 5 cada tanto, troto 15 minutos y después recupero el aliento los otros 45 minutos, mi mayor participación en tales matches es dar alguna patadita a algún rival de turno, ahí me voy completo, llego y lo cuento como una proeza. Lo peor de todo es que es cierto.
Qué divinas épocas esas en las que entrenaba toda la semana, me iba pa los bailes, llegaba como a las 7 de la mañana, pegaba una cabeceada de media hora en el sillón, cazaba la mochila y la bici y me iba a jugar al fobal 11, por el campeonato, por los puntos… tranqui, era suplente, dormía en el banco, en el hombro del “Gordo” Núñez, el ayudante técnico, que como taba bastante pasadito de peso no se movía de al lado de los suplentes. Y digo yo, a qué sabio dirigente de fútbol de inferiores se les ocurre poner partidos un domingo a las 9 de la mañana!! Pero no saben que el 80% de los gurises íbamos jugando la copa “sindor” y que los padres que se levantaban temprano, la mayoría se iban pa la feria dominical en Av. Artigas! Ergo, a los partidos tales mencionados iban… 10 personas, de las cuales 8 eran las populares “mamás chillonas”.
Suerte que en mi caso, la mayoría de las veces, iba mi viejo, con su clásico grito de : “¡pica!”… y yo me rascaba. Ya con el paso del tiempo la noche le ganó al deporte y la caída del pelo le ganó a mi cara, la dejó descubierta, fue el principio del fin, de cualquier manera Dios y la conjunción de planetas me regalaron 2 hermosas hijitas, mis soles hermosas; hoy me pongo en la piel de todas esas jóvenes las cuales cargosee hasta el hartazgo en mis épocas de adolescente precoz, hormonalmente alterado, y les debo una sincera disculpa.
Pasaron muchos pseudo amigos, de esos que tenías del momento, decir que en mi cumpleaños 18 habían más de 60 personas, si hoy llegara a festejarlo no serían más de un par de manos. Mucha gente se quedó, otras se fueron, algunos por la puerta de adelante, otros por la de servicio. Rescato buenos momentos, aprendo de los malos.
Sigo creyendo que una sonrisa a tiempo cura el alma y sigo creyendo que un perifar a tiempo cura la gripe. Me aferro a la idea de intentar vivir, ya que solo cuesta vida, más teniendo en cuenta que la vida es eso que sucede mientras uno se emperra en hacer otros planes. Vivamos el hoy, amemos, abracemos y besemos más. El viaje es muy corto.
Salú!!