
“Señores Magos”
“Queridos…”. No, queridos no, porque en realidad no los quiero, ¿cómo los voy a querer si ni siquiera los conozco? Ta, sí, son conocidos por su historia y lo que representan y porque en éstas fechas aparecen en cuanta tapa de revistas, diarios y tv aiga en el mundo mundial, se roban tuitos los flashes; pero no los conozco personalmente.Así que queridos Reyes no va. “Apreciados”, podría ser, pero ninguna carta que se precie de tal puede encabezarse con un “apreciados…”, ahí de base ya ni te la leen. Es como las veces Vecina que tuve que presentar mi Currículum, y lo llevaba escrito en una hoja de cuadernola, ni siquiera hoja “Tabaré”… y doblada todavía.
Ni se preocupaban ni siquiera de desdoblar la hoja pa ver qué decía; ta, con el tiempo aprendí y ahora pongo los “documentos” en una carpetita, igual nadie me da laburo, creo que es por la foto con cara de banana que puse, bien foto carné, serio, parezco más un asesino serial que otra cosa. Bueno, apreciados Reyes Magos, tampoco. Estimadísimos… no, es muy lambeta, si yo no los estimo, solo quiero chuparles un poco las medias, dorarles la croqueta, pa que me dejen algo, nada más. Así que la carta arrancaría así: “Señores reyes Magos, Don Melchor, Don Gaspar y Don Baltasar, de mi mayor consideración…”.
Por ahí iría la presentación solamente. Porque después, el desglose de la misma, ya sería otra cosa. Podría empezar diciéndoles o preguntándole a los señores presentes a ver si se acuerdan de mí, ya que el año pasado por ejemplo me pintaron de lo lindo. Podría manifestar también que ya que Papá Noel me clavó el visto a la carta que le mandé; pongo toda mi fé en ustedes, pa que mi año empiece con el pié derecho y no con el ambidiestro izquierdo redondo como el que empecé el año pasado. Y cómo no me voy a quejar Doña Calamidá, si les pedí zapatos Gucci y me trajo alpargatas bigotudas, las del gordo “Gucci”. Deje. Le pedí una peluca color castaño claro, pelo largo hasta la cintura y me trajeron una afeitadora bic, de las amarillas todavía.
Así que tengo que encarar bien ésta carta, porque me la juego toda. Así que estimados, bueno… Pa arrancar prometo dejar zapatos posta en el pesebre y no una chancleta y media como lo hice el año pasado. Es que la mamúa fue grande y terminé el 5 de noche con una chinela en el pié derecho y una media verde con rombos amarillos en la otra pata. Y eso dejé ahí pa los Reyes. Una chancleta y media. Agarrar papel glacé verde y cortarlo en tiritas simulando pasto pa los camellos no ta bueno, lo entendí, acepto mi error, mal yo.
El chiste de ponerles orín de gato al agua pa los bichos de ustedes no fue mío, fui cómplice en ésa… es que la gorda se mama y se manda cualquiera y yo taba “grogui”. El tema en cuestión y ya entrando en las solicitudes mismas, es que… tengo que bajar por lo menos 10 kilitos… y no es que son Magos??? Pucha. El pedido, clamor popular, de que renuncie Bonomi no se los voy a solicitar yo, ya que el 80% del Uruguay lo va a hacer, así que voy a ser más inteligente y voy a empelar la psicología inversa: “Deseo, pa éstas fiestas, que don Eduardo siga ejerciendo su función pública con medidas ejemplarizantes, como lo viene haciendo hasta la fecha”.
Chá que me costó escribir éstas líneas. Al Melchor, que parece el más sabio de todos, me gustaría pedirle si me puede arrimar alguno de esas bolsas de oro que le llevan al niño Jesú. Es que las cuentas son muchas y la calidad de vida ta subiendo demasiado, ya dijo el Danilo que los impuestos tan al tope… Una transfusión podría pedirle a ustedes, es que nos están desangrando bastante sí.
A vos Gaspar, inciensos no, me dan alergia, podrías cambiarlos por algún paquetito de “Marujita” eh? Medicinal claro está!! Y dale Baltasar, traete la birra esa!! Ya sabía yo que esas alforjas que llevás, en realidad son bolsos térmicos y tan llenos de latas de chela helada!! Seee!!! Qué? No es birra… Mirra? Y eso que es? Ahhh no no, ni idea.
Bueno, señores, traigan lo que puedan y quieran, sin dudas que el mejor regalo va a seguir siendo el rostro de emoción y alegría de nuestros niños apenas se despierten. Ese brillo en sus ojitos y esa sonrisa pintada es impagable, es… mágica.
Por ahí iría la presentación solamente. Porque después, el desglose de la misma, ya sería otra cosa. Podría empezar diciéndoles o preguntándole a los señores presentes a ver si se acuerdan de mí, ya que el año pasado por ejemplo me pintaron de lo lindo. Podría manifestar también que ya que Papá Noel me clavó el visto a la carta que le mandé; pongo toda mi fé en ustedes, pa que mi año empiece con el pié derecho y no con el ambidiestro izquierdo redondo como el que empecé el año pasado. Y cómo no me voy a quejar Doña Calamidá, si les pedí zapatos Gucci y me trajo alpargatas bigotudas, las del gordo “Gucci”. Deje. Le pedí una peluca color castaño claro, pelo largo hasta la cintura y me trajeron una afeitadora bic, de las amarillas todavía.
Así que tengo que encarar bien ésta carta, porque me la juego toda. Así que estimados, bueno… Pa arrancar prometo dejar zapatos posta en el pesebre y no una chancleta y media como lo hice el año pasado. Es que la mamúa fue grande y terminé el 5 de noche con una chinela en el pié derecho y una media verde con rombos amarillos en la otra pata. Y eso dejé ahí pa los Reyes. Una chancleta y media. Agarrar papel glacé verde y cortarlo en tiritas simulando pasto pa los camellos no ta bueno, lo entendí, acepto mi error, mal yo.
El chiste de ponerles orín de gato al agua pa los bichos de ustedes no fue mío, fui cómplice en ésa… es que la gorda se mama y se manda cualquiera y yo taba “grogui”. El tema en cuestión y ya entrando en las solicitudes mismas, es que… tengo que bajar por lo menos 10 kilitos… y no es que son Magos??? Pucha. El pedido, clamor popular, de que renuncie Bonomi no se los voy a solicitar yo, ya que el 80% del Uruguay lo va a hacer, así que voy a ser más inteligente y voy a empelar la psicología inversa: “Deseo, pa éstas fiestas, que don Eduardo siga ejerciendo su función pública con medidas ejemplarizantes, como lo viene haciendo hasta la fecha”.
Chá que me costó escribir éstas líneas. Al Melchor, que parece el más sabio de todos, me gustaría pedirle si me puede arrimar alguno de esas bolsas de oro que le llevan al niño Jesú. Es que las cuentas son muchas y la calidad de vida ta subiendo demasiado, ya dijo el Danilo que los impuestos tan al tope… Una transfusión podría pedirle a ustedes, es que nos están desangrando bastante sí.
A vos Gaspar, inciensos no, me dan alergia, podrías cambiarlos por algún paquetito de “Marujita” eh? Medicinal claro está!! Y dale Baltasar, traete la birra esa!! Ya sabía yo que esas alforjas que llevás, en realidad son bolsos térmicos y tan llenos de latas de chela helada!! Seee!!! Qué? No es birra… Mirra? Y eso que es? Ahhh no no, ni idea.
Bueno, señores, traigan lo que puedan y quieran, sin dudas que el mejor regalo va a seguir siendo el rostro de emoción y alegría de nuestros niños apenas se despierten. Ese brillo en sus ojitos y esa sonrisa pintada es impagable, es… mágica.
Salú!!!