
“Ayer y hoy”
Pero mi Vieja, como dice que anda? Fua, deje. En éstos casos tengo que aplicar un dicho que le escuchaba decir a los veteranos mayores, cuando iba a acompañar a mi padre a jugar a las bochas: “tiempos eran los de antes”. Aaahhh si, el viejo, de vez en cuando, arrimaba el “bochín” sí. Le gustaba más la “Carolina”, juego parecido al billar, pero sin palitos, solo bolas, 3. Suena raro si, pero consulte y va a ver que no le miento. Por puntos, jugando mucho con las barandas, qué se yo!!! Yo lo ví a las bochas, que pegaba lindo; al billar, que me hacía anotar a mi y después le decía a la vieja que habíamos estado estudiando matemáticas, razón no le faltaba, 2 puntos cada palito blanco y 5 el rojo del medio, 10 si lo tirabas solo, y después eran 3 puntos si le dabas a la bola del contrario, o algo así, hace mil que no juego.
Y bueno, el viejo me sentaba debajo de la pizarra y me hacía calcular y anotar. Pa´ sumas y rayas andaba clarito, el con su “amarillo”, yo con mi Fanta. Y endispués pa la mesa del truco, tenía 7 años y me sabía las señas, él no me dejaba, pero me arrimaba al lado de los contrarios, Fantita en mano, y le hacía las señas de los rivales. Malaso se ponía. Y ahí me mandaba pa las casas, igual tenía que volver a la media hora, por que los ravioles ya taban prontos.
Decir que vivíamos a 1 cuadra del boliche, que sino…Otras épocas. Los gurises chicos podíamos andar en la calle solos, más en cuenta si era en el barrio mismo, los vecinos nos cuidábamos el uno al otro; no como ahora que, justamente y más en mi caso, me tengo que andar cuidando de los delincuentes que tengo como vecinos. Hasta una enfermedad te afanan, sin ningún tipo de códigos.
Lo único positivo es que, como no tengo ni dónde caerme muerto, el chasco que se pueden llevar cuando entren a casa, no tiene nombre!!!. Bueno, en realidad una vez me entraron, cuando llegué tenía un cartelito arriba de la mesa del comedor que decía: “pa ñery, que bajón, no sabíamos que tabas en la lona, te dejamos un mil ahí, $500 pal arreglo del vidrio de la cocina”. Por lo menos algo es algo, al vidrio le puse un nylon ahí, que oficiaba como techo de la cucha de la perra; lo único que gasté de esos 500 fue pa la cinta scoch, amarilla, y le pegué el naylon a la ventana. Listo.
Con el resto armé alto guiso pa comer con la familia, 3 días a todo ensopado… Al principio fue guiso, después lo alargamos con un caldo y unos pedazos de nalga con hueso, choclo y 2 zanahorias e hicimos un puchero; después le pusimos un poco más del agua esa que sobró de la cocción de la acelga, un caldito knorr sabor gallina y se transformó en un ensopado; a los 6 días, venía del laburo, caminando tranqui, pensando qué hacer con lo que sobraba, quizá estirarlo con un arroz, cuando llego, lo que sobraba de ensopado taba en la basura, y la gorda haciendo milanesas con fritas… sus palabras textuales fueron: “me tenía podrido el guiso ése”.
Era así, antes lo vándalos del barrio se iban pa otros lugares a “punguear”, y solamente por la noche, y si algún fin de semana te encontraban en algún bar, te invitaban a tomar una. Hoy en día te afana el de pegado a tu casa, a cualquier hora del día, a cualquier costo y en cualquier lugar. O lo peor de todo, te afanan los de guante blanco usando tarjetas de ancap. Dígame Licenciado. Mire Doña, porque el Raulito sea un gurí divino, que te re lindo, no quiere decir que el hombre haya hecho bien. El otro día, por ejemplo, reconoció que no era Licenciado, que había hecho un “curso extracurricular de genética humana” y participación "en investigaciones de cromosomopatías y malformaciones congénitas”. Leyó bien? Enfóquese en las 2 primeras palabras de cada oración: curso y participación… Dice Licenciatura en algún lado? No!!! Además el curso era extracurricular, que quiere decir que ni iba pal currículum tampoco; que de cualquier manera no iba a ir, porque el Sendic no validó el cursillo ése; ni tampoco validó la participación, o sea, que, una vez más, fue a pasear a Cuba; con la excepción de que aquel viaje, creemos que lo pagó él, creemos.
Por que, en aquel entonces, no tenía la Ancap Card, qué según él, es para gastos importantes… claro, es entendible; los souvenirs en el aeropuerto de Johannesburgo taban bonitos y justo no le llevaba nada a la patrona, tonces aprovechó y compro llaveros pa todos los funcionarios de Presidencia; igual que en la sucursal de Adidas en Rusia, le compró un par de championes pal Taba, de regalo, pa cuando salga a caminar por la rambla, además le compró una musculosa pegada al cuerpo pa la Ma.
Auxiliadora, pa sus clases de Zumba; y en España, visitó una tienda Apple, andaba en busca de alguna laptop, ya que la suya no funcionaba bien, ojo, todo por temas laborales claro!!! Le digo Doña, este gurí con tarjeta corporativa es más pior que mono con metralleta!!! Tiempos eran los de antes, que anotábamos en la famosa “libretita” de almacén. Al Raúl, si volviéramos a los viejos tiempos, no le daría con una libreta; habría que conseguirle un block de hojas cuarto watman tamaño oficio, pa que anote a lo grande!!! Que tiempos aquellos!!!